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Tras sismo, se agudiza la pobreza en Nuevo Progreso, Chiapas

En Nuevo Progreso, Chiapas, dicen que el progreso nunca lo han visto y que, con el sismo del 7 de septiembre, la pobreza se agudizó en su comunidad.

Decenas de casas quedaron inhabitables. Patios y cocinas fueron habilitados como dormitorios.

Lucrecia y su familia han sufrido tres veces daños a su vivienda debido a un fenómeno natural, pero nunca habían perdido su casa.

Cuenta que lo vivido con el temblor no se compara a lo que pasaron con la erupción del volcán Tacaná hace décadas y el huracán Bárbara en 2013.

Lucrecia narra que su mayor desesperación fue cuando escuchó cómo se caían las tejas en un plástico que servía de techo al cuarto donde se encontraban y que no podía sacar a su madre, quien se encuentra en silla de ruedas.

Tuvieron que esperar a que pasara el temblor para poder salir.

“Mi mamá, eso es lo que me da tristeza porque es una persona que está discapacitada, al ver eso mi mamá quería caminar y no podía. La quería sacar, pero no podía, al mismo tiempo no hallaba qué hacer con mi madre, no la podía ni mover”, dijo.

La casa de Lucrecia fue declarada pérdida total y debe ser demolida. Mientras llegan los apoyos, la mamá de Lucrecia duerme al lado del horno de barro, el resto de la familia, en el suelo del patio.

Dice que a 12 días del sismo solo han recibido una despensa como ayuda.

“Por parte del municipio no hay nada”, señaló.

Pero el sismo no solo tiró la casa donde vive Lucrecia, también la de su hija y otro familiar.

“Dijeron pérdida total. No sé si vayan a tirar todo porque esta casa yo la hice. Todo, todo yo lo hice”, comentó el señor Andrés Cruz.

Andrés y su pareja se quedaron sin recibidor de su casa. Ese pequeño cuarto de horcón fue habilitado como dormitorio, tienen miedo de entrar a su casa debido a lo frágil de su estructura.

Dice que ya quiere empezar la reconstrucción de su casa, pero desconoce cuándo llegará la ayuda que les ofrecieron las autoridades cuando levantaron el censo de daños.

“Esperemos que no nos vaya a suceder como muchas veces que nomás nos dicen y no hay nada. No nos pusieron fecha para la llegada del material”, refirió el señor Cruz.

Los daños de la zona rural de Arriaga se extendieron al centro de salud de Nicolás Bravo donde el servicio médico se encuentra suspendido hasta nuevo aviso.

En la cabecera municipal, los comercios también sufrieron daños, una taquería, un banco, el palacio municipal y el techo de una gasolinera, donde están los depósitos del combustible, se sostiene con palos, sin que alguna autoridad haya ido a supervisar los daños.

Por Noticieros Televisa

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