El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió ayer en un mitin en Melbourne, Florida, “fronteras fuertes” para que el país sea “seguro otra vez” y afirmó que la construcción del muro en la línea limítrofe con México “comenzará muy pronto”, al tiempo que miles de personas se manifestaban contra las redadas y la política migratoria del gobierno.
“Vamos a tener fronteras fuertes otra vez”, dijo Trump en un discurso tipo campaña electoral ante 9 mil personas en un hangar del aeropuerto de Orlando-Melbourne, casi un mes después de llegar a la Casa Blanca. Prometió que expulsará de EU a los inmigrantes criminales, a los pandilleros y a los traficantes de droga y que no permitirá que entren los “terroristas radicales islámicos” en el país.
Y anunció que la construcción del muro en la frontera con México “comenzará muy pronto”. Esta fue una de sus principales promesas siendo candidato, cuando dijo que México pagaría por la valla, pero al llegar a la Casa Blanca señaló que EU adelantaría el dinero y el país vecino lo reembolsaría, algo que el gobierno mexicano dejó en claro que no sucederá.
Las políticas migratorias de Trump han desatado el enojo de muchos estadounidenses, que ayer salieron a protestar. “Todos los días Trump está firmando una orden ejecutiva, todos los días está hablando contra los inmigrantes, entonces todos los días nosotros vamos a salir a las calles a manifestarnos y a armar la resistencia”, dijo a EFE Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros, en una manifestación en Los Ángeles en la que participaron unas 5 mil personas.
En la ciudad californiana de San Diego, decenas de manifestantes pidieron al alcalde Kevin Faulconer que proteja a los indocumentados por la vía de la declaración de “ciudad santuario”, días después de una serie de redadas en las que autoridades migratorias arrestaron a más de 160 personas.
En Dallas, Texas, unas 2 mil personas se manifestaron en favor de los refugiados y en Indianapolis, hijos de indocumentados defendieron el derecho a tener una familia unida.
Acciones similares se realizaron en Minneapolis (Minnesota), así como en Nueva Orleans. Las protestas continuarán hoy en ciudades como Chicago, Oregon, Washington y Nueva York, entre otras.
Esta semana está previsto que el gobierno presente una nueva versión del decreto migratorio emitido hace unas semanas y que quedó suspendido por la justicia. El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, señaló que esta nueva versión será “más concisa y simplificada” para no dejar varado a nadie en los aeropuertos.
No dio más detalles, pero subrayó que el objetivo de la orden es estudiar si los siete países afectados por el decreto original —Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen— son “fiables”, “y no lo son mucho”, agregó. Kelly aseguró que al gobierno le sorprendió que la justicia suspendiera la primera orden, que cancelaba durante 120 días la entrada de refugiados en el país y la concesión de visados a esas siete naciones de mayoría musulmana. El texto creó tanta confusión entre aerolíneas y aeropuertos que la Asociación del Transporte Aéreo Internacional criticó su entrada en vigor “sin coordinación ni previo aviso”.
Por El Universal