Tecate, BC.- La leptospirosis es una enfermedad infecciosa transmitida por la orina de mamíferos como las ratas, caballos y vacas, y afecta el hígado, riñones y corazón advirtieron médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El director del Hospital General de Subzona (HGSZ) número 6 del IMSS, José Luis García Arcadia, explicó que el padecimiento es originado por la bacteria leptospira y los primeros trastornos que ocasiona a la salud son fiebre, dolor de cabeza y cuerpo, así como escalofríos.
García Arcadia detalló que la leptospira penetra la piel y llega al torrente sanguíneo, después se disemina por el organismo, se reproduce y una vez que se incuba, afecta los órganos mencionados y algunos más como pulmones y cerebro.
Señaló que debido a que estos malestares pueden estar relacionados con enfermedades comunes, como un resfriado u otras más complejas como dengue, se realizan análisis de sangre y orina para confirmar el diagnóstico.
De ratificar el diagnóstico, se prescriben antibióticos como la penicilina, con lo que se logra erradicar definitivamente la bacteria. El problema de salud se puede resolver definitivamente desde las Unidades de Medicina Familiar (UMF) del IMSS.
Sin embargo, si la bacteria evoluciona, puede llegar a causar daños graves a riñones, pulmones, corazón, hígado o cerebro y será necesario referir al paciente a unidades médicas de segundo nivel para un tratamiento especializado según sea el caso.
García Arcadia subrayó la relevancia del seguimiento médico, ya que la insuficiencia renal trae como consecuencia alteraciones en la coagulación de la sangre, afectaciones en la conciencia e incluso, la muerte.
Resaltó que en el pasado se consideraba que esta enfermedad la adquirían personas que por su labor podían estar en contacto con agua o animales contaminados por la leptospira, como trabajadores de rastros o veterinarios.
No obstante, señaló, en la actualidad este padecimiento también se puede presentar en personas ajenas a estas labores, ya que las ratas se han convertido en un destacado agente transmisor.
Por esa razón, anotó, es muy importante lavar con agua y jabón los enlatados de productos comestibles, bebidas o alimentos que al estar almacenados en bodegas están expuestos a esta especie.
Además, se recomienda el uso de botas y guantes para evitar el contacto con agua infectada.
Por Zócalo