Una de las áreas más afectadas por la pandemia es la educación. Los estudiantes debieron migrar a plataformas digitales para continuar con su enseñanza y padres en todo el mundo se enfrentaron a un nuevo reto: ¿cómo formar desde casa?

Rosa Gemma Ortiz Sánchez, pedagoga y consultora familiar, considera que la verdadera educación se da en el hogar y es integral, es decir, abarca todas las dimensiones: intelectual, física, afectiva, social y trascendente. “Si no se educa así las áreas de la persona, la educación no podrá alcanzar el pleno desarrollo”, explicó.

Para lograrlo, los padres requieren concentración, estar plenamente conscientes, dedicar mucho tiempo y observación a sus hijos, y tener temple; pero a veces los problemas del trabajo y el ajetreo de la vida vuelven muy complicada esta labor.

¿Cómo educar?

Rosa Gemma explica que cuando el niño nace ya posee facultades y un temperamento singular. A partir de ese momento, queda expuesto a sensaciones y experiencias, las cuales impactarán en su desarrollo, y cuya respuesta serán las emociones.

Los padres les enseñarán a identificar y lidiar con sus emociones, dialogarán con ellas y eso les permitirá formar a un hijo feliz, tranquilo y armonioso, pero solo si se da una educación serena, amable, generosa, sencilla, exigente pero con cariño y con límites bien marcados.

Otro aspecto primordial es forjar el temperamento para convertirlo en carácter. Los padres deberán reflexionar sobre las características de su hijo y corregirlas a través de la palabra. Rosa Gemma asegura que los niños entienden y ven todo, por lo tanto es necesario moderarse para educar con el ejemplo (o imágenes) a la par del diálogo. Todo este proceso de aprendizaje se plasmará en la personalidad: la forma en cómo se relaciona con los demás y cómo lo perciben.

La pandemia es una oportunidad para adentrarse y actuar sobre este proceso. “Todo eso está en sus manos. Esa educación es la que está en sus manos. Ésa es la gran educación que hay que dar a los hijos en la casa”, afirmó Rosa Gemma.