El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, deslindó responsabilidad del Congreso de la Unión en el alza al precio de las gasolinas a partir del primer día de agosto, lo cual representa el mayor aumento en 18 años y que significó para la Magna un aumento de 4.2%, al pasar de 13.40 a 13.96 por litro.
En 2015, diputados y senadores aprobaron la Ley de Ingresos de la Federación para 2016, la cual estableció que “los precios máximos de los combustibles en México podrían moverse con sus referencias internacionales, pero sólo al interior de una banda cuyo valor central es el precio observado en 2015, más y menos 3 por ciento”.
El senador Gil Zuarth expuso que una cosa fue que el Congreso aprobara la banda de fluctuación para el precio de las gasolinas, y otra que el Gobierno Federal optara por irse al límite permitido para elevar el precio de los combustibles.
Estamos en un momento en el cual se está acercando el precio al tope máximo permitido por la ley, al tope máximo que fijo el Congreso de la Unión. Lo que nosotros hicimos como Congreso de la Unión fue fijar un instrumento de flexibilidad para que el Gobierno tuviera márgenes para poder ir controlando el precio de los combustibles”, expresó.
Lo que está haciendo el gobierno es irse a los límites superiores con el propósito de recaudar dinero y eventualmente cerrar su brecha de gasto público”, expuso el legislador de Acción Nacional.
Con los aumentos vigentes a partir de este lunes, el litro de gasolina Magna tiene un precio de 13.96; el de la Premium 14.81 y el del diésel se ubica en 13.98, es decir se elevan en 56, 44 y 21 centavos por litro cada combustible respectivamente.
El presidente del Senado, afirmó que la reforma energética no ha fracasado, sino que sólo falta que se instrumente de manera adecuada.
No ha fallado la Reforma Energética, la Reforma Energética no se ha puesto en implementación; ese es el problema, que todavía no tenemos un entorno de competencia, no tenemos un entorno de generación de inversión”, definió Roberto Gil Zuarth.
Por: Excélsior