El Parlamento de Finlandia ha refrendado con una amplia mayoría la propuesta del presidente y el Gobierno del país nórdico de solicitar el ingreso en la OTAN. Un total de 188 diputados han votado a favor; ocho, en contra; y tres no han estado presentes durante la sesión parlamentaria. La aprobación del Legislativo era el último trámite necesario para que Helsinki pueda solicitar —junto con Suecia, que este lunes hizo oficial su intención de formar parte de la Alianza— formalmente la adhesión a la organización transatlántica. El presidente finlandés, Sauli Niinistö, y el Ejecutivo de coalición formado por cinco partidos anunciaron el domingo su intención de sumarse a la OTAN.
El lunes se celebró en el Parlamento finlandés una jornada maratoniana —de más de 14 horas— en la que prácticamente intervinieron los 200 diputados de la Cámara. Fueron pocas las voces contrarias a la adhesión, aunque varios representantes de distintas formaciones políticas instaron a exigir que no se permita en el futuro el despliegue de armas nucleares en su territorio. A diferencia de Suecia, donde La Izquierda y el Partido Verde han mantenido hasta el final su posición contraria al ingreso en el bloque militar, todas las formaciones parlamentarias en Helsinki habían anunciado en las últimas semanas que avalarían la adhesión a la OTAN ante la nueva situación de seguridad generada tras la invasión rusa de Ucrania. Aun así, varios diputados de distintos partidos han optado por mostrar a título personal su rechazo a la integración en la organización fundada en 1949. El presidente de la Cámara, Matti Vanhanen, no podía votar en la sesión.
A primera hora de este martes, se ha reunido el Comité de Asuntos Exteriores del país nórdico para analizar el debate parlamentario de la jornada anterior y decidir si apoyaba la propuesta del jefe de Estado y del Gobierno liderado por la socialdemócrata Sanna Marin de formar parte de la Alianza Atlántica. “Tras haber escuchado a varios expertos en la materia y haber recibido el dictamen de una decena de comités parlamentarios, estamos en disposición de anunciar que Finlandia debe solicitar el ingreso en la OTAN”, ha declarado en una rueda de prensa Jussi Halla-aho, presidente del Comité de Asuntos Exteriores y miembro del Partido de los Finlandeses, formación de ultraderecha. “La seguridad de Finlandia ha quedado considerablemente afectada tras la agresión de Rusia a un país vecino. Mantenernos fuera de la OTAN implicaría unos riesgos que no debemos asumir”, resume el informe que ha leído Halla-aho al inicio de la sesión parlamentaria de este martes.
Armas atómicas
Halla-aho ha apuntado que no consideraba necesario que la solicitud formal de ingresar en la Alianza incluyera unas reservas para excluir la posibilidad de que Finlandia albergue en el futuro armamento nuclear, como se prevé que Suecia exija al pedir su adhesión a la OTAN, y como en su día reclamaron Canadá, Noruega, Dinamarca o Islandia al sumarse a la organización. El presidente del Comité de Asuntos Exteriores ha recalcado que no cree que la posibilidad de desplegar armas atómicas en territorio finlandés sea una opción que baraje la Alianza Atlántica, y ha recordado que la actual legislación del país nórdico sobre energía nuclear no lo permite.
A diferencia de Finlandia, en la vecina Suecia no ha sido necesario celebrar una votación en el Parlamento para aprobar la solicitud de ingreso en la OTAN, aunque sí tuvo lugar el lunes un debate parlamentario en el que los líderes de seis de las ocho formaciones con representación en la Asamblea se mostraron partidarios de la propuesta. Solo los ecologistas y los excomunistas (que suman poco más del 10% de los escaños) mostraron su rechazo a formar parte de la Alianza. El Partido Socialdemócrata Sueco, que gobierna en minoría, revirtió el domingo su postura contraria a formar parte de una organización militar, defendida durante más de siete décadas.
Tanto Suecia como Finlandia descartaron hace semanas la opción de celebrar un referéndum para dar luz verde al ingreso en la OTAN. Las encuestas en ambos países reflejan que tras la agresión de Rusia a Ucrania se ha producido un profundo vuelco en la opinión pública a favor de integrarse en la Alianza Atlántica, a pesar de que a finales del año pasado el apoyo era muy minoritario en los dos países nórdicos.
(Con información de El País)