Tres minutos ahí abajo no es suficiente.
Todo mundo se jacta de dar y recibir sexo oral pero ¿qué tan bien lo haces? ¿Con qué frecuencia los varones devuelven el favor?
Porque sí, todo se puede enseñar, siempre y cuando existan buenos alumnos. Deja de hacer el ridículo y toma nota de nuestra guía básica para principiantes.
- Ubica el clítoris por amor a Dios
No se trata sólo de un “botoncito”. Está situado en la parte superior de los labios vaginales y se queda por debajo del hueso púbico. Si sabe acariciarse, asegura un placentero orgasmo.
- Aprende a tocarlo:
No pases la lengua desesperadamente por todos lados como si no hubiera un mañana. Hazlo lentamente, sé gentil.
- Fuera lenguas tiesas
Tu lengua no es un pene. El sexo oral debe ser como un beso bien plantado: húmedo, sin prisa, y organizado.
- No es un dulce:
No, el cunilingus no se hace como si estuvieras chupando un caramelo. Nada de jalar o estirar. Un consejo: absorbe partes de la vagina hasta llegar al clítoris.
- El paquete completo o nada:
Masajear y besar la vulva (la parte externa de la vagina), así como acariciar antes de empezar con el sexo oral realmente ayuda. Tampoco olvides el resto del cuerpo, especialmente las piernas y la espalda.
- Despacio es mucho mejor
Las mujeres tardan más en llegar al clímax que los hombres. No pienses que tres minutos ahí abajo es suficiente para que alcance al clímax porque no será así.
- Un cumplido allá abajo
Honestamente, una ovación para aquellos varones que también se preocupan por hacerles saber a sus parejas lo bonita que es su vagina. Créanlo, a ellas les gusta, y mucho.
- Los dedos son el mejor amigo de la lengua
No se necesitan explicaciones para esto. Por algún momento dejen de lado la lengua y concéntrense en el movimiento de tus dedos tocando el punto G femenino. Este se encuentra en dirección a la espalda.
Con información de BuzzFeed.