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Paramédicos, entre el deber y la amenaza

Atender a un lesionado durante una de las tantas riñas o enfrentamientos protagonizados por mototaxistas no ha sido nada fácil, los paramédicos también se la han ‘rifado’ entre esos ánimos encendidos, siendo víctimas también de agresiones verbales, escupitajos, amenazas y hasta de golpes.

Ante esta situación, en los recientes ataques violentos en que se han visto involucrados las diferentes organizaciones, uniones o sindicatos de mototaxis, los socorristas voluntarios, de la Cruz Roja o Bomberos, cumplen con el protocolo de seguridad.

En la Cruz Roja, por ejemplo, se tiene el protocolo de acción llamado “Acceso Más Seguro”, el cual consiste en tomar medidas como el que los policías tengan asegurada la escena, diálogo con líderes y atención rápida de heridos, entre otros lineamientos.

“Esto se complementa con estar bien uniformados, no usar sirena, entre otros aspectos especiales de cómo atender a heridos en este tipo de situaciones riesgosas”, explica uno de los comandantes con varios años de experiencia en el socorrismo.

Para el mando, el año pasado aumentaron las agresiones verbales sobre todo, contra el personal paramédico tanto de la benemérita institución como de grupos de rescate que de manera voluntaria se han sumado a la noble labor de primeros auxilios. “Esto ocurre cuando los ánimos están encendidos y quieren que se atienda a sus heridos rápido”.

Coinciden con esto decenas de socorristas de diferentes grupos de auxilio que están atentos a brindar apoyo en diferentes puntos de la ciudad, como SAVER, HALCONES, LOBO, BRISO, RUM, PRUMS, CNE, PCM, SUR LIFE, SARAO, ARVU, RIVAC, ORAM, ROTEM, entre otros, cuyos integrantes han vivido en carne propia los obstáculos, las agresiones principalmente en este tipo de eventos o bloqueos.

“Uno como socorrista llega y empieza a valorar, dándole prioridad al que se encuentre más herido, pero en ocasiones los de un bando nos obligan a atender primero a su compañero, sino simplemente no nos dejan pasar”, añade otro viejo lobo de mar.

“Yo crecí en Cruz Roja y ahí como en cualquier parte deben existir protocolos de seguridad, garantizar nuestra propia seguridad y la de tu personal, reglas que comúnmente conocemos como las 3 ‘S’, Escena, Seguridad y Situación”, comenta otra joven altruista.

“Molesta estas situaciones, se supone que vas a prestar un auxilio, salvar una vida quizás, no importa quién sea.

“En una ocasión valoramos a un chico en Etla durante una riña de mototaxis, la Policía ya lo había detenido pero estaba muy lastimado, me acerqué para apoyarlo pero me escupió; en otra ocasión, en Miahuatlán un militar ebrio se cayó de las escaleras y se fracturó el tabique nasal. Lo llevamos a su cuartel para que lo valorarán pero en el camino como yo lo iba atendiendo comenzó a amenazarme si no lo bajaba”, cuenta la paramédico con también varios años de servicio tanto en instituciones de gobierno como en grupos voluntarios.

Para los rescatistas, ha sido poco o nulo el apoyo de policías, pues durante los enfrentamientos tampoco se aparecen o son sometidos por la multitud.

“Hacemos lo que podemos, pero necesitamos más entendimiento y comprensión de los ciudadanos, de la gente que bloquea, porque también tenemos ese problema, en ocasiones no dejan pasar hasta que se compruebe que llevamos un servicio, nos han amenazado con quemar nuestras ambulancias”, declara otro paramédico.

Aunado a estas acciones, algunos socorristas aseguran tener otra problemática, “la gente nos ha reclamado mucho porque según ellos hay demoras de la atención de urgencia, pero la realidad es que por un lado hay detalles operativos con el centro de emergencias 911 y por otro lado la gente no entiende que el tráfico, marchas, bloqueos, calles en mal estado son cada vez más constante y eso nos afecta”, agregan.

De acuerdo con el Comité Interinstitucional de Estadística e Informática de Seguridad Pública (CIEISP) tan sólo en el año 2016, fueron denunciados tres mil 318 casos de lesiones dolosas y se contabilizaron 870 homicidios con dolo, entre los cuales fueron enumeradas las víctimas de los cruentos enfrentamientos que se dieron entre mototaxistas que dejaron hogares en luto, vehículos destrozados o incendiados, levantones.

Para la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra), oficialmente operan mil 257 mototaxis en la ciudad de Oaxaca de Juárez, según el censo más reciente, destacando que en la agencia municipal de Santa Rosa no fue aplicado el padrón.

Para usuarios, esta cifra no es la real, pues algunos testimonios refieren que muchos vehículos están duplicados, ya que mientras una presta el servicio de pasaje otra cumple otros fines.

En el 2016, la disputa por las rutas entre organizaciones como la Confederación de los Trabajadores de México (CTM), Sindicato Libertad, 14 de Junio, Confederación Revolucionaria Obrera y Campesina (CROC), entre otras uniones, protagonizaron enfrentamientos, terror entre los ciudadanos o comerciantes que se veían obligados a cerrar sus negocios.

Por El Imparcial

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