Viajaba con su novia y se brincó un tope a toda velocidad; falleció y ella resultó ilesa

Trascendió que el fallecido se llamó Jorge Alberto Aranda Buenfil, quien tenía 27 años de edad, era originario de Matías Romero, en la región del Istmo de Tehuantepec y había estudiado en el CLEU.

El incidente ocurrió cuando Jorge Alberto en compañía de su novia Beatriz, viajaba del centro de la ciudad hacia su vivienda, localizada en jurisdicción de Santa Lucía del Camino.

A las 03:10 horas el joven aceleró su motocicleta, sin embargo, al momento de pasar sobre la carretera federal 190, entre las calles Venezuela y Argentina de la colonia América Sur, precisamente donde se encuentra un tope, el joven prácticamente se “voló” el reductor de velocidad, lo cual originó que perdiera el control y derrapara al menos 12 metros.

Ante la falta de casco, Jorge Alberto murió casi instantáneamente, en tanto que la joven Beatriz quedó tirada en el asfalto con lesiones menores.

Automovilistas que pasaban por el lugar, de inmediato solicitaron ayuda al número de Emergencias 911.

Paramédicos de la ambulancia A-004 del Heroico Cuerpo de Bomberos Oaxaca (HCBO) s arribaron al sitio y tras tomar los signos vitales del motociclista confirmaron su deceso.

Por su parte, Beatriz, quien presentaba solamente lesiones leves, se negó a ser trasladada a un hospital del lugar.

Elementos de vialidad municipal resguardaron el área para evitar más incidentes.

Agentes estatales de investigaciones del grupo de homicidios se hicieron cargo del levantamiento y traslado del cuerpo al anfiteatro Doctor Luis Mendoza Canseco, anexo al Instituto de Servicios Periciales, en San Bartolo Coyotepec.

Al cierre de la edición, familiares del occiso se habían presentado ante un fiscal en turno del Centro de Atención Temprana (CAT) dependiente de la Fiscalía General del Estado con la finalidad de identificar legalmente el cuerpo.

Tras el accidente, el representante social dio inicio a la carpeta de investigación al respecto.

Aumentan muertes

Especialistas de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros y el Centro de Experimentación y Seguridad Vial coinciden en que la mayor cantidad de muertes en jóvenes se da en motocicletas.

La información establece que la tasa de mortalidad de los motociclistas es 30 veces mayor respecto a la ocurrencia que se presenta en las personas que van en un auto.

El registro es de que en México circulan un millón 321 mil 582 motocicletas, de las cuales están aseguradas 119 mil 641, lo que representa 9.1 por ciento del total.

Por otro lado, de acuerdo con cálculos de la Organización Mundial de la Salud, los accidente viales le cuestan a México 1.7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), ello sin considerar los costos de infraestructura que no están integrados a esa cifra.

Al tener un accidente vial, los motociclistas que tengan un casco que cumpla con la norma de calidad de México o de cualquier otro país podrían reducir 40 por ciento el riesgo de morir y 70 por ciento las probabilidades de sufrir lesiones graves.

En México, de los accidentes de tránsito, los vinculados con motocicletas son la primera causa de mortalidad, ya que del 100 por ciento de los percances, el 50 por ciento son por el uso de motocicleta.

Además, los accidentes en moto generan incapacidad motriz ya que entre el 20 y 30 por ciento quedan con amputaciones y secuelas neurológicas.

Encima, se traduce en mayor afectación económicamente activa, volviéndose una carga económica para instituciones de la salud, ya que tiene que sufragar los gastos y otorgar una pensión por discapacidad.

Mientras no se respeten las instrucciones viales, la figura del motociclista continúa estigmatizada, al tacharlos de imprudentes.

Lo cierto es que los motociclistas siguen siendo los más involucrados en accidentes y el grupo con mayor número de muertes.

Por El Imparcial de Oaxaca