El presidente Enrique Peña Nieto recibió en Palacio Nacional las cartas credenciales de 20 nuevos embajadores de naciones de América, Europa, Asia y África, quienes plantearon el interés de sus gobiernos para profundizar la relación bilateral con nuestro país.
El mandatario dio la bienvenida a los embajadores de Suecia, Países Bajos, Rumania, Bulgaria, El Vaticano, Hungría, Kuwait, Malta, Estonia, Kenia, Camboya, Laos, Albania, Lituania, Túnez, Dominica, Trinidad y Tobago, Brunei y Belarús, y expuso el interés de México por fortalecer la cooperación con sus naciones.
En su primer día de funciones, Franco Coppola, nuevo nuncio apostólico del Vaticano en México, hablo sobre el debate por el matrimonio igualitario. Sostuvo que todas las personas que forman parte de la comunidad de la diversidad sexual deben gozar de los mismos derechos que otros mexicanos. Tras entregar sus cartas credenciales al Presidente, el represente del Papa en México llamó a encontrar una “vía mexicana” para dar solución al debate por el matrimonio igualitario.
Dijo que los integrantes de la Iglesia católica que quieran pronunciarse sobre el tema primero deben seguir el ejemplo del papa Francisco y acompañar la vida de personas homosexuales y añadió que aunque no será mediador entre organizaciones católicas, grupos homosexuales y el gobierno, tampoco será un mero observador.
“La sugerencia que tengo, simplemente mirando al Papa, es que cada uno puede hablar de este tema si tiene experiencia directa de acompañamiento a personas de este tipo”, dijo.
En conferencia de prensa, aclaró que no tiene una orden del Papa para el debate sobre el matrimonio igualitario, pero mantendrá una “instrucción fundamental” de dialogar y comprender a las personas para responderles.
Al ser cuestionado sobre si las personas homosexuales deben tener los mismos derechos que el resto de los mexicanas respondió: “Claro, son personas; no hay por qué negarles derechos de hombres y mujeres”.
—¿Es un derecho el matrimonio entre personas del mismo sexo? —se le preguntó.
—Si algo está escrito en la Convención Universal de los Derechos Humanos, es cierto. Claro, no es el evangelio; pueden descubrirse, encontrarse nuevos derechos. Entonces hay que ver —respondió.
Respecto a los casos de pederastia de sacerdotes católicos, dijo que desde el papado de Benedicto XVI la Iglesia ha tomado medidas para que no se encubran estos delitos. “Ni a la Iglesia ni a estas personas nos hace bien encubrir. Es como si un enfermo no va al doctor, se daña y también a las víctimas. Son delitos y deben perseguirse”, dijo.
Por El Universal