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Rodolfo ‘Fofo’ Márquez, sentenciado a 17 años de prisión por intentar asesinar a una mujer

Rodolfo Fofo Márquez, un “niño rico” en sus propias palabras que ganó cierta fama en redes sociales por crear videos sobre su exclusivo estilo de vida, ha sido sentenciado este miércoles a 17 años y seis meses de prisión por el delito de feminicidio en grado de tentativa. El 24 de enero, un tribunal del Estado de México encontró al joven de 26 años culpable de intentar asesinar a golpes a Edith N., una mujer de 52, en un aparcamiento de Naucalpan en febrero de 2024, un ataque que quedó registrado en un video que se viralizó en internet. Ya solo quedaba conocer el tiempo que Márquez, hijo de un adinerado empresario del calzado, tendría que pasar entre rejas.

El Ministerio Público había solicitado la pena máxima establecida por ley para el delito de tentativa de feminicidio, 48 años. Los abogados de Márquez contraatacaron pidiendo 13 años, el mínimo castigo posible. El juez finalmente se ha situado más cerca de la petición de la defensa. Márquez también tendrá que abonar una multa de 67.313,40 pesos (unos 3.200 dólares) y 277.400 pesos (unos 13.500 dólares) en calidad de reparación de daños.

Edith N., que dice vivir con miedo de represalias por parte de la familia del agresor hasta el punto de salir a la calle “acompañada hasta para ir a comprar algo”, ha considerado la condena insuficiente: “A mí se me hace que no era una sentencia justa, para mí eran muchos años más”. La mujer ha añadido: “Para mí [el juicio] termina con terror, sentí que no hay arrepentimiento, no está ubicado”. La familia de Márquez ha abandonado el juzgado entre insultos hacia la prensa.

La sucesión de hechos que acabaron con Márquez en prisión comenzó el 22 de febrero del año pasado en el párquing de un centro comercial del municipio de Naucalpan, en el Estado de México. Edith N. golpeó involuntariamente el espejo retrovisor del vehículo del joven, que se encontraba en compañía de otra influencer. Edith N. aseguró después: “El chavo [Márquez] creyó que yo me iba a ir, yo me imagino. Le dije: ‘Voy a sacar mis papeles’; y dice: ‘¿Sí le vas a hablar al seguro?’; ‘Sí’; y ahí va abriendo la camioneta y dice: ‘Que se me hace que no’; y ahí empezó a patearme”.

El joven comenzó a golpear a la mujer hasta que consiguió que cayera al suelo, donde siguió pateándola y propinándole puñetazos, una paliza que la dejó ensangrentada, con heridas que tardaron más de un mes en curar. La agresión fue grabada por testigos que luego publicaron las imágenes en redes sociales. A él no pareció importarle en el momento —en una ocasión aseguró que se sentía “intocable” debido a su fortuna y su fama. Y fue precisamente su popularidad en internet, junto a la crudeza del video, la que lo llevó a ser arrestado por las autoridades del Estado de México en abril de 2024.

Márquez rechazó el pasado noviembre la posibilidad de un procedimiento abreviado, que habría significado aceptar el delito y recibir una pena mínima de 11 años y ocho meses de prisión, además del pago de una multa de 22.700 pesos (unos 1.100 dólares) y la reparación de daño superior a 277.000 pesos.

La paliza a Edith N. fue la culminación de años de comportamientos misóginos sin repercusiones. En una entrevista con otro influencer, Jonathan Jovan Best Sámano, conocido como Gusgri, en la que habló sobre sus relaciones con las mujeres, declaró: “Tengo la [mujer] oficial de Tijuana, la oficial de Guadalajara, o simplemente la que agarro en la peda. He tenido a la mujer que he querido, pero no las he tenido como novias (…) He tenido a novias de artistas. Las mujeres no se enamoran de mí, se enamoran del estilo de vida que les puedo aportar (…) Si fusionas el verbo, el dinero y la fama, ya la hiciste. A la que quieras, literal”.

En la misma conversación narró otro momento que revela la mentalidad de Márquez sobre sus relaciones con las mujeres. Una noche salió de fiesta con la modelo y exactriz pornográfica Karely Ruiz. Fueron a un bar y, entre una abultada cuenta, pidió una botella de champán. En algún momento de la madrugada, ella decidió irse con otro hombre, así que Márquez, enfadado, pagó solo por el champán. “Me di cuenta que no iba a pasar. Dije: ‘Yo no le voy a pichar la peda a un culero pa’ que se coja a la vieja en la que estoy invirtiendo. No soy pendejo”.

Sus salidas de tono eran conocidas en la red, como cuando insinuó que había enviado a sus guardaespaldas a golpear a alguien por él, o cuando aseguró que sus padres eran tan ricos que una vez por su cumpleaños le regalaron un león. Lo difícil con Márquez era diferenciar la bravuconada de la verdad. En uno de los videos más virales de su repertorio, antes de la detención, protagonizó el que quizá es el monólogo más esclarecedor sobre su personalidad:

—Ya sé que van a decir que soy demasiado nefasto y superficial, pero lo que hago es decir la verdad: osea yo la rompí, yo me fui del otro lado, ustedes nunca lo lograron. Gano más que sus papás y, pues bueno, tengo sexo mínimo tres veces a la semana, probablemente esté teniendo sexo con tu novia y tú ni en cuenta y, pues bueno, pues cada quien su vida, ¿no? A mí me tocó romperla, me tocó ser una estrella y más cosas, ¿no? Famoso, poderoso, millonario, con buen cuerpo, osea, neta, soy dios. Conmigo nadie se puede comparar, no hay ser humano más perfecto que yo: soy joven y gano más que sus papás, soy aparte poderoso, soy intocable y como les digo, probablemente sus novias les estén engañando conmigo.

Un tribunal del Estado de México discrepa.

(Con información de El País)

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