Ucrania rechazó un ultimátum de Rusia en el que exige la rendición de la sitiada Mariúpol a cambio de permitir el salvoconducto de la población por corredores humanitarios.
Según la propuesta rusa, los civiles podrían salir de la ciudad si la defensa ucraniana depone las armas.
Sin embargo, Ucrania rechazó la propuesta diciendo que de ninguna manera estaría entregando esa estratégica ciudad portuaria.
Se estima que unas 300.000 personas se encuentran atrapadas allí, con pocas provisiones y sin posibilidad de recibir asistencia.
La población ha soportado más de dos semanas de asedio y bombardeos rusos sin electricidad ni agua corriente.
Los detalles de la propuesta rusa fueron expuestos el domingo por el general Mikhail Mizintzev, que le dio a Ucrania hasta las 05:00 hora local del lunes para aceptar los términos de la rendición.
Según el plan, las tropas rusas hubieran abierto corredores humanitarios para la salida de Mariúpol a partir de las 10:00 hora local, inicialmente para que las tropas ucranianas y “mercenarios extranjeros” se desarmaran y abandonaran la ciudad.
Dos horas después, las fuerzas rusas hubieran permitido la entrada segura de convoyes humanitarios con alimentos, medicinas y otras provisiones, una vez la extracción de minas en las carreteras se completara.
El general Mizintsev reconoció la terrible catástrofe humanitaria que se desarrollaba allí y afirmó que la oferta hubiera permitido el salvoconducto de civiles hacia el este o el oeste.
Pero en las primeras horas del lunes, la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo que no dejarían de defender a Mariúpol.
“No puede haber dudas sobre el rechazo a la rendición”, según el diario Ukrainska Pravda. “Ya hemos informado a la parte rusa sobre esto”.
El domingo, Pyotr Andryushenko, un asesor del alcalde de Mariúpol, aseguró que los defensores de la ciudad continuarían combatiendo.
“Lucharemos hasta con el último de nuestros soldados”, declaró.
Dijo al programa Newshour de la BBC que no se podía confiar en las promesas humanitarias de Moscú y repitió las acusaciones -no confirmadas- hechas por otros funcionarios de Mariúpol que las fuerzas rusas están evacuando a la fuerza a algunos residentes a Rusia.
Mariúpol bajo asedio
La ciudad es un objetivo estratégico clave para Rusia y ahí se han visto algunos de los combates más mortíferos de la invasión.
El sábado, el ayuntamiento de Mariúpol acusó a Rusia de llevar ilegalmente a “varios miles” de residentes a Rusia por la fuerza.
La ciudad ha sido objeto de duros ataques, entre ellos uno a un teatro en el que había cientos de civiles refugiados, así como al edificio de una escuela de arte cercano.
Según las autoridades locales, más del 80% de los edificios residenciales ha sufrido daños por los proyectiles rusos y unos 300.000 residentes están atrapados entre las batallas militares.
La situación para ellos es crítica, pues se están agotando los suministros y la entrada de ayuda está bloqueada por los rusos.
Los habitantes de Mariúpol han soportado semanas de bombardeos sin electricidad ni agua corriente.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, calificó este domingo el sitio de Mariúpol como “un acto de terror que será recordado en los siglos venideros”.
Dijo que si no se negocia el fin de la invasión rusa, eso conducirá a “una tercera guerra mundial”.
“Creo que tenemos que usar cualquier formato, cualquier oportunidad para tener la posibilidad de negociar”, dijo a la cadena CNN.
Sin embargo, rechazó cualquier acuerdo que implique que Ucrania reconozca como independientes las regiones separatistas del este que respalda Rusia.
(Con información de BBC News)