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Masaje anal, ¿te atreves?

 

Integrar el masaje anal en sus encuentros sexuales permite relajar el cuerpo, generar y distribuir la energía.

La Secretaria de Salud de México tiene una definición de “tabú” bastante interesante: “Es la forma psicosocial de control más potente que cualquier código moral o leyes amenazantes”.

A estas alturas, sorprende que el sexo anal continúe tratándose como eso, un tabú. Chester Mainard decía que “es difícil estar en confianza y tener el ano apretado. Abre tu culo y tu corazón y tu mente podrá continuar”.

El placer anal no está reservado únicamente a los homosexuales que se definen como “pasivos”. También tienen derecho a gozar de esta parte de su cuerpo los homosexuales que se definen como “activos”, los hombres heterosexuales y las mujeres.

El ano tiene una fuerte concentración de terminaciones nerviosas que solo esperan a ser estimuladas para sentir y difundir placer, por ello se trata de una zona muy sensible y muy erógena que reacciona ante el menor estímulo.

Abrirse al placer anal:

  • Conectarse con experiencias físicas o emocionales relacionadas al ano.
  • Desarrollar una consciencia erótica más grande.
  • Redescubrir su cuerpo y explorar placeres insospechados.
  • Sentirse más a gusto con su cuerpo.
  • Aumentar su autoestima.
  • Empoderarse.
  • Aprender a relajarse, a deleitarse al placer y entregarse a su pareja.
  • Tener más intimidad física, energética, emocional o espiritual con su pareja.
  • Mejorar la comunicación sensual con su pareja.
  • Desarrollar más habilidades como amante.

Integrar el masaje anal en sus encuentros sexuales permite relajar el cuerpo, generar y distribuir la energía y el placer, aumentar la excitación a niveles más altos y más profundos.

Por SDPnoticias

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