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Feb Saroo, el niño perdido de la película ‘Lion’

‘Lion’ (Un camino a casa) tiene 6 nominaciones al premio Óscar, incluyendo mejor película.

Cada año, alrededor de 80 mil niños se pierden en la India por distintas razones. Más de uno termina como esclavo laboral; otros son obligados a prostituirse, unos más son asesinados para extraerles sus órganos, y otros mueren de forma prematura por culpa del hambre, el frío, un accidente vehicular o la soledad.

El melodrama austríaco Lion (León) cuenta la historia de uno de esos pequeños extraviados, Saroo Brierley, que pese a las experiencias traumáticas que tuvo que sortear, logró tener un final feliz.

Lion tiene seis nominaciones al Óscar: mejor película, actor de reparto ( Dev Patel), actriz de reparto ( Nicole Kidman), guion adaptado ( Luke Davies), fotografía ( Greig Fraser) y banda sonora ( Volker Bertelmann, Dustin O’Halloran).

Es la típica producción cuyo éxito radica en que fue tomada en cuenta en tantos apartes por los miembros de la  Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, pues lo más seguro no gane ninguna estatuilla dorada. Más allá de eso, es recomendada por quien escribe estas líneas.

DESTINO

Saroo Brierley tenía 5 años cuando le insiste a su hermano mayor que desea ayudarle a traer el sustento a su casa. Por azares que no paso a detallar, el chico termina a mil 600 kilómetros de distancia de su hogar.

Ya no tiene a su lado a su hermano ni a su hermana ni a su mamá (el padre es un desconocido). Saroo no sabe leer ni escribir, ni siquiera sabe cómo se pronuncia correctamente la comunidad donde reside, ni sabe mucho menos la dirección de su residencia.

Lion ( Un camino a casa como se tituló en varios países de América Latina) es el debut como director de Garth Davis, quien tiene más experiencias en series de televisión.

La primera mitad de Lion es desoladora y brillante. A Saroo casi no hay adulto que le tienda una mano. A nadie le interesa su destino o su mañana. Es el dolor de la indiferencia, es el castigo a los que no tienen nada.

Saroo es el más pobre entre los que están de último en la fila del desarrollo económico: no tiene a su clan cerca, ni siquiera tiene un catre para dormir junto a su desamparo.

Lion retrata esa otra violencia humana, no la de las armas ni la de los negocios de las drogas, sino la violencia que trae consigo la crueldad y el “no me importa tu situación siempre y cuando mi realidad esté en mejores condiciones que la tuya”.

Saroo, como el resto de los niños de la calle en el mundo, es visitante de una mazmorra moderna, lo suyo es respirar en un infierno en vida, y muchas veces, sin escapatoria. Su condición es ser un fantasma y una sombra dentro de un sistema miserable.

Esa primera mitad de Lion casi carece de parlamentos, aunque la historia se entiende perfectamente gracias a la increíble actuación del niño Sunny Pawar, quien nunca antes había participado en el cine, y por la mano firme y poética de Garth Davis. Charlie Chaplin estaría complacido por la labor de ambos.

Después de muchos páramos, Saroo termina en un orfanato y consigue ser adoptado por una familia en Tasmania, Australia, aún más lejos de su clan de nacimiento.

Hay después un gran salto en el tiempo y cuando volvemos a ver a Saroo ya es una persona adulta y lo encarna Dev Patel, quien saltó a la fama por el drama Slumdog Millionaire (2008), de Danny Boyle y Loveleen Tandan, ganadora de 8 premios Óscar, incluyendo mejor película, director y guion adaptado.

Patel, conocido por las dos entregas de El Exótico Hotel Marigold y la estupenda serie de televisión The Newsroom, se encarga de mostrar otras tonalidades de Saroo.

Ahora sus retos son debatirse entre ser feliz de forma plena con su familia de adopción, y el vacío que aún lleva en su corazón por su familia de sangre que aún lo extraña, lo añora y lo llora.

Cuando la trama se traslada a Australia es cuando decae la fuerza de lapelícula, aunque lo salva del traspié la actuación de Dev Papel y la breve, pero vital participación de Nicole Kidman, quien encarna a su mamá adoptiva.

En esta etapa Lion pasa a tener como meta explorar la identidad del ser humano, en especial en aquellos que perdieron un hogar y ganaron otro, así como invita a los espectadores a preguntarse quién eres, qué has hecho con tu vida y cómo el pasado ha moldeado tu hoy.

También es sobre la relación entre los hijos y sus padres; sobre los padres de sangre y los de crianza; sobre atreverte a entregarte a una emoción y a un anhelo o esconderte para no correr el riesgo de ser herido.

Aunque es feliz gracias al amor de su familia, su novia y sus perspectivas académicas y laborales, Saroo tiene un hoyo en su corazón y a través de Google Earth trata de buscar a los suyos en la India. Sabe que no puede seguir huyendo y tiene que afrontar la realidad.

En 2012 regresa a la India, solo, como solo se fue, así experimenta la alegría del reencuentro con su tierra, su cultura, su religión, con los suyos. A cada paso que da va respondiendo interrogantes como ¿aún lo buscan sus hermanos y su madre? ¿se dieron por vencido? ¿aún viven y dónde? ¿Lo tienen en su memoria? Para su familia, y para sí mismo, Saroo tiene 25 años de estar desaparecido.

Por La Prensa

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